Vuela

Siempre me ha gustado viajar, por eso, cada noche, antes de dormir imagino que soy algún tipo de ave, siendo un gorrión sobrevuelo Egipto, rozando con las puntas de mis alas las puntas de las pirámides, conectando con quienes las construyeron y con sus sentimientos y de repente, dejo de ser un gorrión, soy uno de los muchos obreros que arrastraron las piedras de estas edificaciones, y las veo a medio hacer, y luego, unos minutos después es el momento de su mayor esplendor. O también me convierto en un exótico papagayo y planeo sobre los restos de la civilización maya, me convierto en uno de los guerreros y observo como vivían, luego vuelvo a ser un ave y veo como el tiempo lenta pero inexorablemente va devorando estos restos, y pienso en todos los que recuerdos que tienen las personas vivas o no, de estos lugares y como me gustaría conocerlos todos y cada uno de ellos. Pero luego, por la mañana ya no soy un ave, sigo siendo yo, en la ciudad, sin recuerdos históricos y con unas enormes ganas de echar a volar por el tiempo.