jueves, 26 de mayo de 2011

Locura

En el mismo instante en que la sangre empezó a brotar de su herida su instinto le volvió loco, arrancaba los trozos de carne con sus propios dientes haciendo caso omiso de las voces de su cabeza que le ordenaban parar, que le recordaban que ese amasijo sanguinolento que tenia a sus pies había sido una persona. Hubo un momento en el que realmente quiso parar, pero ya no podía, el crujido de los huesos al romperse se confundía con sus risas histéricas y los últimos estertores de su victima, todos esos sonidos se perdían en la oscuridad de la noche, esa noche oscura en la que el había dejado de ser un hombre para convertirse en una bestia.

martes, 24 de mayo de 2011

Elisa

Demasiado rubia, demasiado alta, demasiado perfecta, demasiado inalcanzable, demasiado superficial.

La mejor, perfecta, ¿Quién no quería a Elisa? Elisa era la chica mas bonita del barrio, la chica mas fácil del barrio. No sabes cuanto dolía verla irse con unos y con otros día si, día también. Elisa era de esas personas que se enamoran a primera vista todas las semanas, que olvidaban a sus amores a la misma velocidad que se olvida tu ultima comida. Elisa quería a todo el mundo, a todo el mundo menos a mi ¿Por qué no me quería? Aún no lo se, quizá fuera que yo no me enamoraba de las personas, sino de los corazones y eso es algo que ella jamás soportó. Al principio no me importaba que no me hiciera demasiado caso, también yo tenía otras diversiones pero según fueron pasando los años me obsesionaba cada vez mas, era mía, no podía ser de nadie más. Una noche, una noche cualquiera de las que pasaba en vela, vigilándola, siguiéndola en silencio, la vi pasar totalmente sola, me cegó lo que yo llamaba “amor”, salí corriendo hacia ella y ella huyó, yo solo tenia un pensamiento en la cabeza, “si no es mía no será de nadie” la agarre del cuello y se lo corté con mi navaja, fue un corte limpio, murió al instante, jamás he sentido una alegría mayor que esa en mi vida, pensar que seria mía para siempre, y no solo en sentido figurada, también tenia su cuerpo, y lo que es más importante, su corazón, que era de lo que yo me había enamorado, pensé que la mejor forma de no perderla era quedarme su corazón ¿lógico verdad? En mitad de la calle se lo saque y con él en la mano, aún caliente, corrí hacia mi casa. Cuando la policía vino a detenerme por asesinato me encontró sentado en un rincón, con la boca sangrienta y riéndome a carcajadas.